lunes, 21 de diciembre de 2009

“Para morir nacimos”


La virgen de los sicarios, María Auxiliadora a la que todo el pueblo de Sabaneta reza. Alexis un sicario joven que mata por lo más mínimo en un país donde la vida es barata, efímera. Vallejo describe como la vida cotidiana en Medellín se ha convertido en una suerte de matar o morir, en una selva donde la ley no llega y la única manera de sobrevivir es matar antes de que a uno le maten.

Señala la indiferencia que tanta violencia ha ocasionado en la vida de los colombianos. Ellos viven con noticias de asesinatos, de atracos y de tantos actos de terror que se ha convertido en lo normal el vivir así.

Un libro de carácter oscuro cuenta la historia de amor entre un señor mayor y su amante que es asesino a sueldo llamado Alexis. Para este joven sicario, matar no era nada difícil. Lo hacía sin pensarlo y sin remordimientos. Veía su blanco, lo alcanzaba y con un balazo en la frente los “quebraba”.

El libro muy bien escrito, entretenido y fluido en su lectura. Vallejo capturó perfectamente cómo Medellín fue en el tiempo de sicarios y narcotráfico, no es decir que ahora no es así pero el libro publicado en 1994 muestra la cruda realidad de un tiempo mucho más violento. La frase que mejor describe al Medellín de ese entonces es: “ciudad de horror, caos y odio, donde las deudas de sangre pasan de hermanos a hermanos y de amigos a amigos, como si la suerte de los vivos estuviese en manos de los muertos, y donde sólo las iglesias son oasis de paz”.